El dilema entre la utilidad y el goce se parquea a la vista

Es cosa de decidir si conviene invertir cerca de $us 300.000 para equipar el negocio o si es tiempo de darse una licencia para gastar el 10% de esa cifra en un motorizado cuyo único fin para la compra sea el placer más puro y duro.
Si hay condiciones financieras para ambos casos, la oferta de marcas de motores le plantean a ese tipo de cliente la disyuntiva. En esta ocasión, para el contraste, un repaso de lo visto entre camiones de alto tonelaje y de motocicletas premium, sirve de referente para tener una idea de la variedad.

Entre camiones, el modelo sueco de la volqueta Scania G440, que es importada al país por Cormaq, es una de los más grandes del género cuya suspensión es de 8x4 y su capacidad de carga es de 20 cubos. Su precio es de $us 180.000, monto que valdría la pena calcular según la utitlidad que da a las firmas mineras que la compraron.

Ahora, si de gastar se trata, está la motocicleta deportiva Diavel Carbon, de Ducati, cuyo motor de 1.200 cc puede llegar a los 100 kilómetros por hora en dos segundos y cuyo fin lúdico se paga con $us 36.800