Excéntrico e irradiando simpatía, con aquel swing caribeño que solo existe en las ciudades donde corre la brisa marina y crecen los cocoteros, así se presentó Toño Rosario ante los asistentes de la Expocruz que quisieron disfrutar hasta el último segundo del evento que se repetirá dentro de un año. “Buenas noches, Bolivia, Santa Cruz”, saludó a la medianoche del domingo, el dominicano enfundado en un pantalón de látex negro, enjoyado y con sus características rastas recogidas en un moño.
Las congas abrieron el show, acompañadas de los sonidos de una orquesta cien por ciento tropical, donde se impusieron las trompetas, el saxofón y la infaltable guïra.
Machúcalo, machúcalo, machúcalo fue el primer tema del artista y la frase que enlazó el resto del repertorio. Toño se movía un pasito para atrás, otro para adelante, meneaba las caderas, subía y bajaba, dejando claro que el ritmo lo lleva en la sangre.
Los casi 58 años del artista ni asoman por su cuerpo, pues se mantuvo enérgico, sonriente y convocando al baile a las mujeres y a los varones que fueron abucheados a su turno.
La noche transcurrió a puro merengue y se oyeron temas del artista como Esa morenita, Qué calor y Mentirosa, que el público se animó a bailar.
Pero mayor fue la emoción cuando el merenguero interpretó la canción que hizo popular a los Hermanos Rosario en nuestro país, Moviendo la cadera, y el público obedeció la orden.
Rosario también acondicionó los temas del cancionero popular Otra como tú (aquel noventero que recordamos en la voz de Eros Ramazotti), Beso a beso (de La Mona Jiménez) y Vivir la vida (de Marc Anthony), a este ritmo latino y le funcionó muy bien. Desde la tierra de la mamajuana, el músico enseñó a‘machucar’
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