Hace cinco años que desarrolla este tipo de labor en el predio ferial durante la efemérides departamental. Considera que Expocruz -como la mayor vitrina comercial de Bolivia que se ubica entre las mejores de Latinoamérica- es el escenario que brinda oportunidades inigualables a los empresarios de todos los rubros para hacer excelentes negocios.
Katya estuvo en el mundo del modelaje, fue Reina Nacional de la Leche, conductora de programas en la Red Uno y Bolivisión, pero nunca le gustó ser candidata en concursos de belleza. “Personalmente los respeto pero no me gustan.
Ahora estoy dedicada a mi empresa”.
¡Ah! Un detalle. Lola no es su socia sino su empresa de eventos corporativos a la que ella como ejecutiva y todos los funcionarios la tratan como a una dama.
“Es como si Lola tuviera voz propia, pues habla por sí misma mediante su propio e-mail, felicita o llama la atención cuando es necesario y comunica por Facebook sus visitas a otros sitios. Lola es, en el imaginario, una mujer joven, ejecutiva, emprendedora, luchadora, exitosa que sabe lo que quiere, prodiga encantos y energías altamente positivas”, comenta.
Todo camino al éxito tiene, obviamente, un comienzo, ¿cómo fue el de suyo?
-Al mirar en retrospectiva debo confesar que fue muy difícil. Mi primer trabajo lo tuve a los 15 años, en una cadena de videoclubs en Equipetrol, donde incluso barría y aseaba los muebles. Nunca me dio vergüenza este tipo de labor, porque trabajar es una bendición. Para llegar a donde estamos tuvimos que partir desde cero, como se suele decir. Con mi esposo Fernando López y nuestros hijos nos trasladamos a vivir a Estados Unidos. No nos fue bien. Retornamos. Carecíamos de todo, ya que al viajar habíamos vendido y regalado todas las cosas que teníamos. Pero superamos la situación con actitud positiva, porque, a diferencia de otros que confían más en lo que se trae de afuera, nosotros creemos en el sueño boliviano, es decir, que aquí podemos triunfar. Fue así que nació Lola Producciones, y nosotros sentimos que hemos construido algo que colma de orgullo, satisfacción, y es un ejemplo para los hijos y para otras familias.
-¿Qué opinión tiene de la competencia en este campo?
-Es muy complicada, en muchas ocasiones hemos enfrentado hasta la deslealtad. En Lola Producciones hemos establecido el principio del respeto hacia quienes compiten con nosotros, y no afectar a sus clientes. Creo firmemente en Dios, y que el Topoderoso premia las buenas acciones, y por esa razón considero que hemos llegado a consolidar la empresa. Y como ya viví momentos de fama y de protagonismo, trato de mantenerme en bajo perfil, y dedicar mi tiempo al trabajo y sobre todo a la familia, que es lo fundamental para mi realización: mis hijos, mi esposo, mis hermanas, mis padres”.
-A menudo cuando alguien triunfa, se suele decir que tiene una fórmula de éxito, ¿es así?
-No existen fórmulas ni secretos, esos son simplemente dichos comunes. Considero que la base para alcanzar las metas es amar lo que se hace. Es el único ingrediente para cualquier emprendimiento. En estas cosas, cuando se pone empeño, no hay magia. Es el trabajo el que da su fruto si hay dedicación, cuidando los detalles, buscando que los clientes estén bien atendidos y que los funcionarios se desempeñen con gusto por lo que hacen.
Se dice que las buenas experiencias hay que compartirlas. ¿Qué consejo extrae del trabajo en su empresa?
Simplemente tener fe en lo que se hace. Estoy convencida que eso funciona. Todas las personas tenemos oportunidades de superación, son situaciones que debemos aprovechar, conscientes de que somos artífices de nuestro futuro. He conocido a muchas mujeres solas y con hijos que han sabido salir adelante. Y si se cuenta con apoyo del esposo, es preciso dedicarse a coronar los anhelos
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